martes, 14 de enero de 2025

William Blake y la distopía sobre la Revolución Industrial

William Blake - The Ghost of a Flea
The Ghost of a Flea

Como punto de partida tomaré el disco de Bruce Dickinson, Chemical wedding (1998). Este es posiblemente el disco más pesado que han compuesto Bruce Dickinson, Adrian Smith y Tribes of Gipsies. El disco en general es un metal oscuro, mucho más pesado de lo que Dickinson y Smith harían en Maiden. De hecho, este disco se grabó cuando ninguno formaba parte de la banda inglesa de heavy metal Iron Maiden. En concepto, el disco está basado en la obra del poeta, pintor, grabador y místico británico William Blake (1757-1827). 

El escritor y filósofo británico G.K. Chesterton (1874-1936), al que en el mundo del metal conocemos gracias a una parte del himno “O God of Earth and Altar”, que precisamente el Dickinson utilizó como apertura de la Revelation (O God of earth and altar, bow down and hear our cry, our earthly rulers falter, our people drift and die…), escribió en 1910, un largo ensayo sobre la obra de William Blake. Chesterton, menciona a Blake como como uno de los grandes exponentes de la literatura y arte inglés de todos los tiempos. Sin embargo, se hacía las siguientes preguntas: ¿William Blake estaba loco? o ¿de dónde provenía esta posible locura? Chesterton decía “los críticos miran a Blake con escepticismo. Estos afirman que sus visiones eran falsas, precisamente porque estaba loco. Por mi parte, digo que estaba loco justamente porque sus visiones eran verdaderas”. Y lo cierto es que Blake era un místico puro, fuertemente influenciado desde pequeño por las ideas de otro místico, Emanuel Swedenborg. Para Dickinson, Blake no solamente era un místico, sino un “Rosacruz”. 

Orc - Extraído del
Libro de Urizen


Chesterton pensaba que “si Blake hubiera escrito siempre mal podría no haber estado loco. Pero un hombre que sabía escribir tan bien y que por momentos escribió tan mal debía estar loco”. Chesterton pensaba que lo mejor de Blake, provenía de momentos de clara lucidez, que así fue la mayor parte de su obra; sin embargo, por momentos emergía esa locura, en “momentos inspirados” que mostraban lo peor de Blake y los escritos bajo esta influencia, están presentes en obras como los Libros proféticos, obras que la mayoría de la gente común prefiere ignorar. Para Chesterton, nada de lo que encontramos en estos libros provenían de Blake, sino de sus “espíritus”. Y comentaba: “quien utiliza una ouija para invocar a seres sobrenaturales solo lo hace porque son sobrenaturales”. Y es que William Blake era espiritista y precisamente le interesaba todo lo sobrenatural.   

A manera de cliché y como se ha dicho de muchos otros escritores, William Blake fue un hombre de su tiempo, pero la gran diferencia es que precisamente estuvo en conflicto con las ideas dominantes de su época. Blake era un hombre del siglo XVIII. Este siglo, al cual se ha llamado el “siglo de las luces”, supuso una liberación de la razón, pero sobre todo del control de la iglesia. Las libertades que se generaban del debilitamiento de la Iglesia como institución, produjo la liberación de muchas cosas, no solamente se liberó lo natural, sino lo sobrenatural. Y como sostiene Chesterton, “los místicos paganos que habían estado ocultos durante dos mil años, salieron de sus cavernas… y así se fundó la francmasonería”. Así, Blake fue heredero de esta clase particular de sobrenaturalismo y es esta influencia la que se encuentra en los Libros proféticos.

Otro historiador inglés, Arthur Morton, tiene una visión totalmente diferente a la de Chesterton. Para Morton, lo verdaderamente significativo de William Blake es que este fue uno de los primeros escritores, en percatarse y darse cuenta de los profundos cambios sociales que se estaban produciendo en Inglaterra como consecuencia de la Revolución industrial. En siglo XVIII, también ha sido llamado como el siglo de las “revoluciones”. La primera gran revolución fue la independencia de los Estados Unidos, que terminó con la firma de la Declaración de Independencia en 1776. Después, gracias a las ideas “empiristas” e “ilustradas”, se produjo la Revolución Francesa de 1789, considerada como la primera revolución burguesa en la que existió una verdadera lucha de clases. Las palabras “libertad, fraternidad e igualdad”, significaban cosas diferentes para quien las dijera. “Igualdad” podía significar abolición de privilegios feudales que privilegiaban a unos pocos, y “libertad” significaba la abolición de todo aquello que impedía la libre acumulación de capital, para otros significaba seguridad e igualdad de condiciones. Blake que en un principio había sido un entusiasta de la revolución, pronto se vio desanimado cuando se dio cuenta que esta se alejaba de su objetivo principal. La revolución se transformó en represión, y la nueva burguesía aseguró su control gracias a dictaduras militares. Después del movimiento llamado Thermidor, la república degeneró en un Directorio y finalmente este Directorio en Imperio. Después de todo ello, Blake no quiso saber más de política y rompió lazos con todo aquello que lo había conmovido de la revolución francesa.   

El gigante Albión
Extraído del Poema Jerusalem


Lo que vio William Blake en su propia tierra fue que algo estaba cambiando. Como dice Morton, “fue uno de los primeros en reconocer al enemigo”. Empezaba a ver cómo la maquinaria y la tecnología estaban empezando a funcionar en Inglaterra y a partir de ello, volcó sus esfuerzos a la crítica sobre el “materialismo mecanicista”. Así, Blake se convirtió en un feroz crítico del pensamiento ilustrado, lanzando ataques contra Locke, Newton o Voltaire. Pero no los condenaba por ser racionalistas, sino porque eran “mecanicistas” y es que Blake veía en este materialismo mecanicista un elemento que podía ser utilizado para someter a la humanidad. No se equivocaba.

En cuanto al disco que tomamos como referencia, el tema que aborda es bastante complejo. De hecho, el título hace referencia a un manifiesto rosacruz llamado Las bodas alquímicas de Christian Rosenkreutz, fundador de la Orden Rosacruz, una fraternidad esotérica que surgió en Europa en el siglo XVII. Este tratado básicamente es una alegoría a la atracción de los opuestos para crear algo nuevo, gracias a la alquimia. Y bueno, el disco en líneas generales, aborda varios de los principales escritos de Blake, El libro de Thel, el Libro de Urizen, o Jerusalem.

Buena parte del pensamiento de Blake, que aborda este disco, se basa en el conflicto de Urizen y Orc. Urizen, representa la razón pura, la ley y el orden y está en constante conflicto con Orc, que encarna la libertad, la rebelión, la pasión. Y es precisamente en estos diálogos en los que se hace evidente la crítica de Blake respecto al ser humano y su libertad, frente a la opresión de este nuevo sistema mecanicista que empezaba a asfixiarlo, imponiéndole leyes y ordenando su naturaleza. 

Extraído del Libro de Urizen



El poema Jerusalem (The Emanation of the Giant Albion), el gigante Albion, que representa a Inglaterra, muestra como este cae ante la autoridad de Urizen, cada vez más racional y fría, mientras que el gigante poco a poco va perdiendo su conexión con lo divino, con lo imaginativo, pero también con lo natural. Y precisamente desde esta perspectiva Blake lanzaba su crítica al materialismo mecanicista. La caída de Albion, también es una representación de la deshumanización de esa nueva sociedad post revolución industrial que estaba viviendo Blake. 

Debo reconocer que me sorprendió cuando en el poema Jerusalem, encontré la frase "dark satanic mills" (molinos satánicos oscuros), que claramente era una denuncia a las fábricas de la Revolución Industrial. Y me pongo a pensar, ¿molinos oscuros y fríos que trituran a los hombres como si fueran granos del trigo, para obtener algún tipo de harina?  Sin embargo, me pareció aún más interesante encontrar esta misma frase en la The granulating Dark Satanic Mills del Surgical Steel de la banda de Liverpool, Carcass

En la Jerusalem, en las montañas verdes de Inglaterra, se representan todos los sueños de arquetípico Orc, el sueño de libertad del ser humano. Y ese también era el sueño de Blake y en este poema, claramente expresa su melancolía por los viejos tiempos, ya que las máquinas y la tecnología estaban empezando a destruir y transformar, todo lo que antes había sido un entorno natural. 

Newton (1795)

El desenlace final del disco de Dickinson, es posiblemente una interpretación moderna de las ideas de William Blake. La alusión al “hombre máquina”, Blake se refería al “Hombre newtoniano” como una crítica a la visión reduccionista del pensamiento “racionalista” de Descartes. Sin embargo, Dickinson ve en el hombre máquina, a un ser humano que siente como poco a poco, el acero y el metal van creciendo en su corazón, hasta convertirse en un ser humano, mitad humano y mitad metal.

Y el Alquimista, la última canción del disco retoma la idea de Blake sobre el “matrimonio químico”, que consistía en una lucha y atracción entre los opuestos; el bien y el mal, lo real y lo sobre natural, lo racional y la imaginación y en el último término, el hombre y la máquina. Y como conclusión, y como trágico final, casi a manera de resignación, esta alquimia o matrimonio químico, no es nada más que la unión entre el ser humano y la máquina. La simbiosis entre el ser humano y la máquina, mediada por la tecnología… ¿y así será hasta el fin de los tiempos?...  “And so we lay, we lay in the same grave, our chemical wedding day”.

Y si nos ponemos a pensar, si fue realmente William Blake el primero en haberse dado cuenta sobre las consecuencias que traerían la revolución industrial a la naturaleza y a nuestro planeta en general, creo que estaría de acuerdo. De ser así, las utopías de Blake que después se transformaron en distopias, pareciera que ahora, son una realidad en este mundo moderno.

Extraído del Libro de Urizen





Referencias:

Chesterton, G.K. (2012). William Blake y otros temperamentos. Santiago: Universidad Diego Portales.

Morton, A. (1970). Las utopías socialistas. Barcelona: Ediciones Martínez Roca.


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